¿Catarro? Esta tisana actúa desde el

primer sorbo

Preparación:

  • Mezcle 20 g de hojas de eucalipto cortadas en pedacitos, 20 g de tomillo, 20 g de yemas de pino y 20 g de hojas de marrubio blanco.
  • Añada 1 cucharada sopera de esta mezcla en ½ litro de agua hirviendo y manténgalo en ebullición 15 minutos.
  • La tisana debe beberse a lo largo del día y siempre fuera de las comidas.

Encontré la receta de esta “tisana antibronquitis” en un antiguo manual de medicina natural. Quiero compartirla con usted porque es de lo más eficaz contra el catarro que he visto en mucho tiempo.

De hecho, pude comprobarlo hace apenas unas semanas, ya que consiguió salvar la cena de Nochebuena en mi casa este año. Permítame que se lo cuente brevemente.

Una de mis tías llevaba días encontrándose mal a causa de un fuerte catarro, y apenas un par de días antes de Navidad casi no era capaz de levantarse de la cama.

Viendo que su malestar persistía, decidí prepararle esta tisana, gracias a la cual pudo cenar con todos nosotros en Nochebuena, pasando una velada incluso agradable (¡y desde luego siendo capaz de respirar mucho mejor!).

La “doble función” de esta tisana

Se trata una tisana de “doble impacto”, ya que ayuda a encontrarse mejor desde el momento en que se toma, aplacando los síntomas, pero también funciona como tratamiento de fondo.

Como ha visto, en el caso de mi tía los efectos fueron muy rápidos. Pero es que en 48 horas también logra hacer desaparecer la mayoría de los síntomas de la bronquitis.

Simplemente hay que beber 1 taza 4 veces al día (siempre fuera de las comidas), y por supuesto abrigarse y beber bastante líquido durante el resto de la jornada (medidas de sentido común al estar enfermo que ningún tratamiento debería hacer que olvidemos).

Ingredientes respiratorios por excelencia

A los lectores habituales de Tener S@lud no les sorprenderá la presencia del tomillo (Thymus vulgaris) entre los ingredientes de esta tisana. Esta es, de hecho, una de las plantas medicinales de uso más común por sus virtudes antiinflamatorias, y asimismo forma parte de prácticamente cualquier preparación contra las afecciones ORL (otorrinolaringológicas).

Pero tampoco en lo que respecta al pino (Pinus sylvestris) hay demasiada novedad -muchas personas toman caramelos de savia de pino para aliviar el dolor de garganta-. Y mucho menos en cuanto al eucalipto (Eucalyptus globulus) -aunque luego hablaremos de este último y seguro que se lleva más de una sorpresa-.

Ahora bien, ¿qué sucede con el marrubio blanco (Marrubium vulgare)? Analicémoslo un poco más a fondo.

¿Qué es el marrubio blanco en realidad?

El marrubio blanco es una planta que recuerda a la menta, pero sin embargo huele a tomillo. Puede encontrarse en prácticamente cualquier jardín de plantas medicinales.

Se trata de una especie de gran valor medicinal, pero que se ha ido olvidando a raíz del desarrollo de ciertos medicamentos como los antibióticos. En cambio, en otro tiempo fue la planta más buscada y utilizada para combatir la tos y los males de garganta y respiratorios. Y prueba de ello es el hecho de que sea una planta conocida en el mundo entero; la usaban tanto los europeos como los egipcios, los romanos, los amerindios, los aborígenes…

E incluso todavía hoy forma parte de la farmacopea de la India, de Australia y de la mayoría de países europeos.

Siendo una planta amarga como es, otra de sus propiedades más notables es estimular la secreción biliar y, por tanto, mejorar la digestión y disminuir la hinchazón y los gases.

El marrubio blanco puede encontrarse en herboristerías y tiendas especializadas en forma de hojas desecadas para infusionar. Asimismo, en algunas farmacias podrá encontrarlo en forma de jarabe contra la tos o incluso como complemento en formato cápsulas o gotas.

Ahora, tal y como antes le avancé, para terminar con este repaso a los ingredientes activos de esta efectiva tisana antibronquitis dedicaré algunas palabras al eucalipto, el cual merecería casi un texto aparte para él solo.

El poder (y los peligros) del eucalipto

Las hojas de eucalipto contienen un aceite esencial extraordinariamente rico en cineol (o eucaliptol), además de flavonoides y taninos que ofrecen beneficios muy potentes sobre el aparato respiratorio. Así, calma la inflamación de los bronquios y de la garganta y tiene propiedades expectorantes (ayudando a la expulsión de las flemas), pero al mismo tiempo también es capaz de hacer bajar la fiebre y aliviar los síntomas del asma.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que el eucalipto es en realidad una planta tóxica. De hecho, solo hay un animal que ha desarrollado resistencia ante su toxicidad y no es otro que el koala (que se alimenta casi exclusivamente de esta planta). Para nosotros en según qué cantidades puede resultar nocivo, y precisamente por eso es por lo que debería detener el tratamiento inmediatamente en caso de sufrir espasmos, convulsiones, aturdimiento o pérdida de la consciencia tras tomarlo o aplicarlo.

Además, el eucalipto debe evitarse totalmente en caso de inflamación digestiva (ya sea a nivel estomacal o de los intestinos), renal o de las vías biliares, así como si se sufre cualquier otro trastorno hepático.

En lo relativo a sus efectos contra las infecciones respiratorias, por supuesto que hoy día todo el mundo conoce las grageas y caramelos de eucalipto, muy utilizados para aliviar el dolor de garganta. E incluso puede que algunos también lo hayan usado en forma de aceite esencial, en infusión…

En cambio, lo que es menos conocido es que en otro tiempo lo habitual era hacer “fumigaciones” con él; es decir, que el eucalipto se quemaba y se respiraba su humo a fin de acabar con la bronquitis.

De hecho, cuando nuestros abuelos eran pequeños en determinados lugares incluso se fumaban cigarrillos de eucalipto como tratamiento contra esta patología. En cambio, hoy se sabe que este método no era lo más acertado, dado que el eucalipto quemado genera mucho alquitrán, como sucede con el tabaco.

Un árbol fascinante

Más allá de sus usos en las afecciones ORL, el eucalipto es un árbol fascinante por muchos motivos.

Está recubierto por unas glándulas llenas de aceite, que son las que le dan su olor tan característico (y que muchas personas identifican con el olor propio de las farmacias). De hecho, es por eso por lo que los bosques de eucalipto son especialmente olorosos.

Además, los aceites volátiles que libera ayudan a repeler los insectos a su alrededor, de ahí que en ciertas partes de África se haya plantado esta especie para combatir el paludismo, medida que ha conseguido unos excelentes resultados (además de que ha ayudado a secar numerosos pantanos).

Y otra cosa que con frecuencia se desconoce sobre el eucalipto es que se trata del árbol de flor más grande del mundo.

Así, el árbol más alto del mundo es un eucalipto situado en el valle del Styx (Tasmania). Es conocido como “Centurion” y mide 99,67 metros de altura; es decir, casi 16 más que la sequoia “General Sherman” (California), que los americanos se atribuyen como el árbol más grande que existe.

Como curiosidad, sepa que la imagen de arriba, en la que puede ver al eucalipto “Centurion”, tuvo que ser montada con dos fotografías diferentes, ya que el árbol es tan gigantesco que no puede ser fotografiado al completo de una sola vez.

Por nuestra parte, en España contamos con el eucalipto más grande de toda Europa. Apodado “o Avó” (“el abuelo”) y de 130 años de edad, se encuentra localizado en Viveiro (Galicia). Este ejemplar llegó a medir 61,78 metros de alto, aunque en los últimos años, se supone que por achaques propios de la edad, ha menguado varios metros. Exactamente igual que sucede a muchos de nuestros mayores…

¡No me diga que no es fascinante la Naturaleza!

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