Cómo lograr que se vaya ese dolor

muscular que no se va

Apuesto a que en más de una ocasión ha sufrido contracturas, calambres o agujetas.

Es la manera que tienen sus músculos de decirle que algo va mal.

Lo más probable es que se lo digan a través de un dolor muy intenso.

Tan fuerte que probablemente no le permita hacer su vida con normalidad. Que al principio note cómo se localiza en una zona concreta de su cuerpo y que poco a poco sienta cómo se va extendiendo.

Quizás la causa sea una mala postura, o un sobreesfuerzo, o la tensión acumulada o tal vez se deba a una enfermedad como la gripe o la fibromialgia.

Pero el dolor no se va.

Y seguro que cuando esto ocurre:

  • O recurre a medicamentos.
  • O aguanta estoicamente durante días.
  • O tiene que recurrir al fisioterapeuta.

Algo normal en este tipo de dolor, uno de los más comunes en nuestros días.

Tan común, que cualquiera puede sufrirlo.

Pero hoy, gracias a la solución natural que voy a presentarle, podrá hacerle frente y de una manera nunca vista, a:

  • Dolores musculares frecuentes.
  • Dolores musculares sobrevenidos después de un ejercicio muscular intenso.
  • Contracciones musculares involuntarias más o menos dolorosas.
  • Calambres.
  • Rigidez muscular nocturna relacionada con la edad.
  • Dolores musculares relacionados con carencias (vitamina D, aminoácidos esenciales, testosterona).
  • Dolores fibromiálgicos.
  • Contracturas musculares.
  • Dolores traumáticos.
  • Dolores neuropáticos.
  • Otros problemas musculares: agujetas, tirones, desgarro, distensión …

Un buen comienzo: la prevención

La mejor manera de prevenir dolores musculares es cuidar de sus músculos a través de estos sencillos pero imprescindibles consejos:

1) Hidratarse bien, bebiendo como mínimo dos litros de agua al día, en pequeñas cantidades y a la largo de todo el día. La hidratación favorece la circulación sanguínea, también en las fibras musculares.

2) Reservar un tiempo para la relajación (meditación, respiraciones profundas, escuchar música tranquilamente, etc.) y cuidar su sueñopues el agotamiento y la falta de descanso agravan los dolores.

3) Evitar o reducir todos los alimentos que favorecen la inflamación, como la carne roja, los productos lácteos, los embutidos, los productos industriales procesados así como los cereales refinados y los azúcares simples.

4) Dar preferencia a ciertos alimentos antiinflamatoriosespecialmente a los que son ricos en ácidos poliinsaturados omega 3 (capaces de reducir los dolores y la inflamación), como el pescado azul, las nueces, algunas algas o semillas. Sin olvidar el aporte diario de frutas y verduras frescas ecológicas, muy ricas en antioxidantes.

Pero, aunque usted siga estos consejos al pie de la letra, puede que el dolor muscular aparezca. Basta un mal gesto al coger la bolsa de la compra o al bajar del coche.

En ese caso, no necesita atiborrarse de analgésicos y antiinflamatorios.

Usted cuenta con una solución natural eficaz y sin los efectos secundarios de estos medicamentos.

La combinación de plantas que mejor actúan frente al dolor

– Las hojas de melisa

La melisa lleva más de dos mil años siendo utilizada para calmar los estados nerviosos y aliviar los dolores.

Estas propiedades están relacionadas con la presencia de terpenos y con su riqueza en compuestos fenólicos, citral, flavonoides y en taninos.

Además, recientemente se han llevado a cabo ensayos que han permitido certificar la capacidad para reducir la sensibilidad al dolor y las propiedades analgésicas y calmantes del extracto de melisa.

– Las partes aéreas de la pasiflora

La pasiflora también es llamada flor de la pasión. Y la verdad es que combate los dolores con auténtica pasión.

Esto se debe a que contiene alcaloides, flavonoides, terpenos y glucósidos.

En la mayoría de los estudios sobre esta planta se evidencian sus propiedades calmantes y sedantes

Además, el consejo asesor científico europeo, Commission E, y el ESCOP (por sus siglas en inglés: European Scientific Cooperative On Phytotherapy) reconocen el uso de la pasiflora para atenuar el nerviosismo, aliviar los espasmos musculares y los dolores neurálgicos.

– Las flores de manzanilla alemana

¿Quién no se ha tomado alguna vez una manzanilla para templar los nervios?

Pero ¿sabía que, además de sus propiedades relajantes, la manzanilla alemana cuenta con varios ingredientes que le confieren una acción antiinflamatoria y analgésica?

Estos componentes son el camazuleno, la apigenina, los flavonoides y el alfa bisabolol.

Diversos estudios sobre la administración de manzanilla en personas que padecen dolores diversos ha dado resultados más que satisfactorios.

– La raíz de valeriana

Los efectos balsámicos de la valeriana son de sobra conocidos.

Las raíces de esta planta destacan por sus efectos para controlar dos factores que favorecen la aparición de dolores musculares: la ansiedad y el insomnio.

Estas propiedades relajantes de la valeriana se explican en los más de 150 compuestos químicos que contiene, entre los que se encuentran el ácido valeriánico y los valtratos.

Más ayuda contra el dolor muscular: los micronutrientes

– Vitamina E

Además de tener unas capacidades antioxidantes excepcionales, la vitamina E también posee propiedades antiinflamatorias y vasodilatadoras que pueden contribuir al buen funcionamiento de músculos y huesos.

Y es que los estudios sugieren que la vitamina E protege de la inflamación y el daño muscular incluso después del ejercicio físico.

– Magnesio

El magnesio participa en la transmisión neuromuscular del impulso nervioso y contribuye a la relajación muscular. Precisamente esta acción relajante sobre los músculos juega un papel importante en el alivio de los dolores al provocar un efecto antinociceptivo, es decir, que disminuye la sensibilidad a los estímulos del dolor procedente de las heridas, las contracturas o agresión en los tejidos.

Por tanto, el magnesio reduce la hipersensibilidad al dolor y ayuda a la prevención del daño muscular.

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