Un joven compositor acudió en cierta ocasión a Mozart “Le aconsejaría a usted que empezara por cosas sencillas”, “¡Pero usted componía sinfonías cuando todavía era un “Es muy cierto. Pero yo no tuve que acudir a nadie a que “Bueno”, respondió, “no bebo ni fumo, y nado dos “Pero yo tuve un tío que hacía exactamente lo mismo y “¡Ah!, lo malo de tu tío es que no lo hizo el tiempo suficiente”.
|
||||||||||||||||||||||||||||||
|